De orígenes humildes, Walton logró reconocerse como uno de los empresarios más importantes de la historia, además de engendrar una dinastía que, hasta el día de hoy, se ubica anualmente al tope de las familias más ricas de Estados Unidos.
Después de haber pasado diferentes conflictos bélicas y una situación en su vida muy complicada, y debido a tenía una esposa y un hijo que mantener, decidió probar suerte por su cuenta: con $5.000 de sus ahorros y $20.000 prestados por su suegra, inauguró su primer local en Newport, Arkansas: una franquicia de la cadena minorista Ben Franklin. Tenía apenas 27 años y toda la vida por delante.
Diecisiete años más tarde, después de haber tenido éxito con la pequeña tienda, Sam Walton fundó Walmart en 1962.
Sus competidores no pensaron que un negocio con precios bajos y mayor calidad fuera a funcionar, para desgracia de ellos así fue, y 8 años después Walton tenía 38 puntos de venta facturando alrededor de 44 millones de dólares.